Son las tres, suena el reloj, es hora de subir…” dictan las primeras líneas como una representación bien detallada del viaje largo que espera a todos aquellos migrantes que suben a la asombrosa “Bestia” buscando un futuro incierto, pero que promete ser esperanzador, y sin embargo, el viaje es solo el principio de ese tremendo viacrucis por el que los migrantes deben atravesar.
Cirilo nos muestra el lado crudo del llamado sueño americano, demostrando que la visualización de un tema como la migración es parte fundamental de la historia perteneciente a toda américa latina.
Cada día cientos de hombres, mujeres e incluso niños emprenden ese viaje que en algunas veces, desafortunadamente, no tiene retorno ya que los peligros por los que atraviesan los migrantes no solo comprenden el hambre y desgaste natural del cuerpo ante un viaje tan largo, están expuestos a robos o estafas e incluso la muerte. “Esta canción la compuse después de escuchar el testimonio real de varios migrantes que viajaron en El Tren de la Bestia. Primero escribí la letra, y me parecía una historia tan grande, que pensé en darle toda la importancia a eso: la letra, a la narración de esta dura historia”.
“La Bestia” – (El tren del migrante), cuenta con partes rítmicas diferenciadas con un final muy rock, frenético, y con unos coros que enfatizan este desenlace.
“Los protagonistas son ellos, todas estas grandes personas valientes, que en el videoclip verán cómo su fuerza interior les hace invencibles, superhéroes reales. Todo el amor que desprenden unidos es la mayor fuerza universal”.
