Por: Ana Jiménez
Establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el Día Mundial contra el Cáncer de Mama. El día 19 de octubre desde el año 1988, busca concientizar, sensibilizar y prevenir acerca sobre la importancia a nivel mundial de esta enfermedad. Ya que se trata del tipo de cáncer más frecuente en el mundo y la principal causa de muerte por cáncer en mujeres a nivel mundial.
La morbilidad y mortalidad por cáncer de mama es desigual entre naciones, ya que son los países más pobres en donde se registra una mayor incidencia y mortalidad de los casos.
En México se trata de la primer causa de muerte por cáncer en mujeres de 25 años y más. Cada día, mueren entre una y dos mujeres mexicanas por cáncer de mama, acorde al Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBO). Y tan solo en el año 2020, 7 mil 821 mujeres perdieron la vida en México.
El cáncer de mama se trata de un crecimiento desmedido, desordenado, acelerado e independiente de células en el sistema glandular mamario o sus alrededores, denominado como tumor maligno. Dichas células pueden posteriormente invadir, alojarse o diseminarse también órganos distantes del cuerpo (metástasis). Su tratamiento es determinado por las características de la persona que lo padece, el tipo de cáncer del que se trate y la propagación del mismo. El tratamiento puede integrar cirugía, medicación y radioterapia.
Octubre Rosa Mes de la prevención y concientización sobre el Cáncer de Mama
El cáncer de mama es un padecimiento que afecta a mujeres con el porcentaje más alto para esta enfermedad y por supuesto, en mortalidad. Sin embargo es imporante destacar que este cáncer no excluye a la población masculina, ya que acorde a datos del INEGI (2019) reconoce su presencia en hombres a partir de los 20 años y se identificó un total de 167 nuevos casos anuales en hombres después de los 50 años. El tema asociado a la salud de los hombres presenta un sesgo importante, por lo que es imperante enfatizar que deben seguir las mismas medidas de prevención que las mujeres.
El cáncer de mama puede presentarse de manera silenciosa, por lo que la mayoría de las personas pueden no experimentar ningún síntoma en la fase temprana de su aparición. Por ello la autoexploración de mamas y los chequeos constantes para mujeres y hombres a partir de los veinte años deben ser parte de la rutina habitual de cuidado de la salud.
Los antecendentes familiares de cáncer de mama, estilos de vida, antecedentes personales, proceso de envejecimiento o “desgaste natural” de la vida, así como consumo de tabaco, sedentarismo, exposición a radiación, consumo de alcohol o antecedentes hormonales son algunos de los factores asociados al desarrollo de cáncer de mama.
El cáncer de mama se puede prevenir y atender con mayor éxito si se detecta a tiempo. La carga asociada a este padecimiento se puede reducir si se detecta y atiende. Por lo que identificar de manera inmediata cualquier tipo de anomalia en las mamas con el personal médico de confianza y estudios pertienentes puede salvar vidas.
¡Tócate, chécate, obsérvate, atiéndete!
