Por Laura Moheyer
La inmigrante cubana Mily Ajo diseñó la empresa de belleza DermaBless, en Miami, una de las pocas en el medio con la certificación “Royal Artist”
Por temas de la música tuve dos viajes pendientes que nunca se concretaron debido a que no aprobaron la visa, luego comencé una relación con el que hoy es mi esposo y el cual radicaba en los Estados Unidos, fuimos novios a distancia por tres años, luego nos casamos y por esa vía llegué a los Estados Unidos”, reveló la ahora exitosa empresaria.
También dio sus primeros pasos para convertirse en facialista y comenzó a desarrollar su experiencia en el mundo del cuidado de la piel.
“El microblading es uno de los negocios más rentables hablando de salud y belleza, pues es un emprendimiento que no tiene límites de crecimiento si utilizas tu creatividad, constancia y tienes objetivos claros, por que la gran ventaja de esta profesión es su alta rentabilidad y así tendrás tiempo disponible para prepararte en más técnicas y actualizaciones y seguir creciendo como profesional”, señaló Ajo.
Mily decidió seguir una carrera en el campo de la belleza en los Estados Unidos y continuó sus esfuerzos para mejorar en estética.
Con gran esfuerzo y dedicación, pronto se convirtió en artista de pestañas en 2014 y también estudió electrólisis médica clínica. Mily Ajo tenía una visión muy clara y había marcado sus metas como emprendedora.
Trabajó para crear su línea única de productos certificados dermatológicamente, Dermabless, empresa que se constituyó en el 2015 y se especializa en brindar servicios faciales y de pestañas.
La empresaria reconoce que lanzar y ejecutar Dermabless sin problemas y con éxito fue uno de los mayores desafíos que enfrentó en los Estados Unidos, un país con muchas limitantes para cualquier inmigrante que llega con el sueño de poder ser alguien.
Entre sus anécdotas Mily cuenta que era considerada una especie de forastera y tuvo que enfrentar muchos problemas debido a que estaba en el negocio en un país no nativo. Tuvo que trabajar más que otros para superar la competencia y demostrar que su organización está unos escalones por encima de las demás.
Pero se abrió camino como una “Royal Artist” de renombre en el campo de la micropigmentación de cejas y una emprendedora de gran éxito, siendo un modelo a seguir para muchos inmigrantes de los Estados Unidos, pues ha logrado un honor que no es fácil de conseguir.
Fue certificada como “Royal Artist” hace unos meses. Este reconocimiento es considerado como una de las certificaciones más importantes para los artistas de microblading.
¿Qué le inspiró a buscar esa certificación?
“Buscaba un cambio en mi trabajo, buscaba algo superior que fuera hiperrealista y natural”, constató Mily Ajo. “Por eso decidí perfeccionar la técnica y lograrlo fue uno de los grandes objetivos porque nunca pensé que podría hacerlo. Pensé que era imposible porque hay que ser realmente bueno para poder alcanzar el nivel de perfección que exige la certificación”.
La certificación “Royal Artist” se otorga a aquellos estudiantes que han completado su graduación en microblading y han demostrado sus habilidades únicas en este campo. Después de calificar como artista de micropigmentación, cada estudiante debe demostrar su capacidad para realizar el trabajo a la perfección de manera constante durante doce meses, así que realmente no hay tiempo para bajar la guardia.
Para ser considerado para la certificación de “Artista Real” o “Royal Artist”, se debe tener al menos un año de experiencia y presentar un mínimo de diez proyectos de trabajo. Los mejores maestros de todo el mundo revisarán las presentaciones y comprobarán su superioridad y excelencia en la técnica.
Los 10 proyectos deben estar absolutamente libres de errores. Los trabajos con cualquier tipo de error no se aprueban. El proceso de calificación es riguroso y desafiante para la mayoría de los artistas.
Cabe mencionar que está limitada la cantidad de artistas reales en el mundo.