Sebastián Martínez Díaz
Las redes sociales, éste fenómeno tan inevitable que es casi imposible llegar a pensar en el futuro sin la existencia de ellas, las redes sociales llegaron para quedarse, no hay duda alguna, algunas evolucionan, pero otras van en decadencia y como en todo, también tienen a alguien que las defiende y las ataca, porque sí, tienen mucho de que aplaudirles, como la inmediatez en que se da la información de lo que sea, buscas en google una biografía, alguna foto de alguien, una dirección o un video y te lo arroja en menos de 0.41 segundos, es realmente impresionante… pero no todo es miel sobre hojuelas, pues tienen más que un “tema oscuro”.
¿Se sabía a lo que llegaríamos con la invención de la red de internet global, la www (World Wide Web) ?, es más, vamos más para acá, a un ejemplo más adelante del internet mismo, pues en el año 1997 se creó SixDegrees, el primer sitio en la historia de las redes sociales, sitio que sigue abierto hoy en día, el día en que eso existe y posteriormente evoluciona y se duplica con diferentes funciones ¿Se hizo con el propósito con el que ocupas hoy en día?, ¿Acaso no nos bastaba con leer el periódico, con salir a jugar a la calle, a salir de fiesta, a convivir con la familia… a convivir con la sociedad?, yo entiendo que el hecho de avanzar y evolucionar tecnológicamente es un hecho innegable, pues la misma humanidad está hecha para evolucionar, de otro lado nos hubiésemos quedado como monos o como partículas, en cambio, tenemos un propósito, evolucionar, pero para nuestra mala suerte siempre lo hacemos hasta que toquemos fondo y no podamos más, del mono pasamos al cavernícola, del cavernícola al hombre y como ya no pasamos de ahí buscamos mejorar nuestro entorno, pero no en cuanto a valores, ética o sentimental, si no en lo material, pues es a lo que nos hacemos adictos, algunos son adictos a las drogas y al alcohol, otros al celular y a las redes sociales.
Hemos visto a lo largo del desarrollo de las redes sociales un sinfín de actualizaciones y cambios, tanto en funcionamiento como en estética, todo siempre para mejorar, tanto así, que hoy en día se busca darles gusto a todos, pues si bien dicen “al cliente lo que pida” a veces caemos en la exageración y es que vamos por partes, porque no es lo mismo exagerar para mejorar nuestro servicio o producto que exagerar nuestras actitudes, en más de una ocasión hemos visto que alguien habla más en las redes sociales que en persona, que alguien se ve mejor que en persona, que ese mismo alguien necesita de las redes sociales porque es “incapaz” de ser alguien en la vida real, pero ¿Es eso inseguridad?, claro que sí, sin embargo, es gracias a los llamados influencers, gente que se idolatra por lo que hace, algunos cocinan, otros hacen video blogs, otros enseñan a maquillar, otro juegan videojuegos y otros simplemente no tienen talento alguno, pero todos y cada uno de ellos cumplen un requisito, empatizar con las personas, tanto así que su opinión es capaz de generar un criterio colectivo a lo largo de la sociedad, niños, adolescentes y adultos salen influenciados por estos grupos, ya sea por su respeto o por el morbo de saber que hacen y son personas que llegaron para revolucionar a la opinión pública y se ha visto un cambio muy grande desde sus inicios hasta hoy.
En conclusión, la sociedad se divide en 2 sectores, aquellos que se dedican a atacar a las redes y aquellos que las defienden, porque sí, las redes sociales no son oscuras como tan, si no es la misma persona que no sabe desenvolverse de manera correcta en las redes sociales la que las hace oscuras, llenas de odio, rencor, tristeza, mafia, terror y cosas negativas, simplemente si nosotros no ponemos a pensar en el daño a terceros que ese mismo odio provoca y el cómo nos haría sentir a nosotros, tal vez el hecho de acabar con la toxicidad en las redes sociales podría llegar a pasar, solo tenemos que aprender a ser más empáticos y respetuosos.