COLUMNA: Soltando Garra

Por: Roberto Soto Sánchez

De visita por el Estado de Guerrero, este reportero comprobó que en la lucha por devolver la seguridad a la ciudadanía acapulqueña están comprometidos todos los sectores: gobierno, empresarios, pueblo y cuerpos de seguridad pública. La batalla no es fácil, pero se pela anteponiendo el derecho, la razón jurídica y el esfuerzo compartido entre el gobierno estatal y municipal.

La capacitación es vital, la prevención y la disuasión deben de liderar en esta ofensiva, utilizar los recursos que la federación envía, descansar su quehacer en los servicios de inteligencia. La Marina, Armada de México, la Gendarmería, las células de la policía federal presentes en el puerto más famoso de México. Junto a nuestro glorioso ejército mexicano coadyuvan en garantizar la seguridad porteña.

No obstante, es imperante que Don Héctor Antonio Astudillo Flores, considere reajustar su gabinete de seguridad y procuración de justicia, no es posible que el Fiscal General de la entidad, Don Javier Ignacio Olea Peláez manifieste lo que todo mundo sabe; que escandalice más con sus pueriles y cuasi homosexuales expresiones. Pues la inseguridad está a la vista de todos ¡ayer! (hace unos meses) alardeaba diciendo que: “sin huevos la policía ministerial de guerrero y los M.P. son unos zánganos”. Hoy todo sigue igual, los guerrerenses consideran que la fiscalía debe actuar con mano firme, sin miramientos, con cero tolerancia, instruir al personal, motivarlo económicamente, equiparlo, garantizar su seguridad institucional y sus derechos como servidores públicos. Algunos otros porteños dicen que indudablemente el procurador es ya un viejo cansado sin ganas de pelear…

Algo más sorprendente es el pronunciamiento del Señor Gobernador (del Edo de Gro.) en su solicitud de que México proponga ante la ONU obtener el permiso para que se cultive la amapola con fines medicinales… y como dice la canción del “Buki”, ¿A dónde vamos a parar?… con esta ardiente y absurda actitud…

 

Para sonreír y alegrar nuestro día:

La profesora le pregunta a Jaimito, si en un árbol hay 5 pajaritos y le disparas a uno, cuántos quedan?

Ninguno, responde Jaimito sin titubear, ya que mato a uno y el resto vuela.

La respuesta que esperaba era 4 responde la Profesora, pero mE gusta tu forma de pensar.

Jaimito le dice, puedo hacerle una pregunta; por supuesto Jaimito… dime: hay tres chicas comiendo un helado, una lo muerde, la otra lo mastica y la otra lo chupa, cual es la casada. Definitivamente la que lo chupa, responde la Profe. No, dice Jaimito, la casada es la que lleva el anillo en el dedo, pero me gusta su forma de pensar.

 

FOTO: elconstituyente.mx

 

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