Desde El Alto Mando Político

Por José Luis Sosa

En la historia política contemporánea de nuestro muy querido México, sexenio tras sexenio las diferentes administraciones gubernamentales, cada una con su línea política, económica y social con cierto paternalismo popular siempre con fines electorales, promesas incumplidas, corrupción y ciertas incapacidades en la administración pública, entre otras, que a final de cuentas han causado mucho daño al país y a todos los mexicanos, y solamente ellos se han beneficiado de manera indescriptible e irracional, amasando inmensas fortunas que no corresponden a lo que ganaron honestamente durante su gestión en tal o cual dependencia de gobierno, ya sea a nivel federal, estatal o municipal.

Entre otras, nos han quitado la capacidad del asombro, y lo que debiera verdaderamente asombrarnos, convertirse en un gran escándalo a nivel nacional y ser minuciosamente investigado y castigado conforme a derecho, sin excepciones, caiga quien caiga haciendo valer la justicia, el Estado de Derecho y que por fin en verdad se combata la corrupción, se acabe la impunidad que ciertamente ha sido uno de los males que aquejan a nuestro país y detienen su crecimiento económico y todo lo que esto conlleva, como un lacerante lastre que hemos y seguimos arrastrando en nuestro diario acontecer, sin que las cosas cambien en ese sentido con los diferentes gobiernos que van y gobiernos que vienen.

Haciendo un poco de remembranza, bien podemos decir que la debacle en México comenzó a principio de los 70´s con el gobierno del entonces presidente Luis Echeverría (1970-1976), con un gobierno un tanto cuanto con tendencias socialistas, lo cual afortunadamente no logró concretar y mucho menos implantar, pero que generó que el dólar que venía estable y el peso mexicano firme, pasara de 12.50 a 15.36 pesos por dólar, lo que representó una devaluación del 22.88 % con una inflación del 126.06 % lo cual resintió el bolsillo de la gran mayoría de las familias mexicanas.

En el sexenio de José López Portillo (1976-1982), en un principio más o menos se mantuvo razonable la economía, pero en 1981 tras la célebre frase “Defenderé el peso como un perro”, meses después ya para finalizar su mandato en 1982, el peso sufrió una dolorosa devaluación pasando de 15.36 a 148.50 pesos por dólar, quebrantando fuertemente la economía y bienestar del pueblo mexicano.

Pero ahí no se detuvo el daño, con Miguel de la Madrid (1982-1988), por el contrario, una devaluación sin precedente en 1988 derrumbó la economía nacional y pasó de 148.50 a 2291.24 pesos por cada dólar, lo que representó una devaluación de 1442.92 % con una feroz inflación de 4030.75 % arrastrando la economía al precipicio, sin solución alguna.

Ya en el sexenio de Carlos Salinas (1988-1994), quien había sido secretario de la extinta Secretaría de Programación y Presupuesto, llegó a darnos el tiro de gracia, quien embistió al país y a todos nosotros. Propuso al Congreso de la Unión adoptar una nueva medida monetaria en nuestro país y es así como iniciando 1993 le quita tres ceros al peso (otra devaluación disfrazada) y en lugar que se cotizara cada dólar en 3000.49 así quedó el cambio de divisas, 3.49 pesos por un dólar norteamericano, aproximadamente.

Luego del asesinato del candidato presidencial priista Luis Donaldo Colosio, llega electo al poder Ernesto Zedillo (1994-2000), con lo que conocimos como la crisis económica de 1994 que surgió por la falta de reservas internacionales, debido a la muy frágil economía que Salinas dejó colgada con alfileres y que orilló a Zedillo también a devaluar al peso en un 28% que colocó a la sólida divisa del país vecino en promedio de 6 nuevos pesos por dólar americano, hasta ubicarse en un promedio de 9.36 unidades por un peso mexicano.

Con el panista Vicente Fox como primer presidente en alternancia en el poder, el dólar pasó durante su gestión como jefe del Ejecutivo, de 9.36 a 10.88 pesos por dólar, conservando una economía estable y muy mesurada inflación generalizada, con una interesante activación de la industria de la construcción y automotriz con exportaciones sin precedente, con cero aumentos en los combustibles.

Así llega al poder Felipe Calderón el segundo presidente blanquiazul en la historia de México, con finanzas hasta cierto punto sanas, sin grandes cambios económicos y el dólar se cotiza de 10.88 a 12 96 y de Peña Nieto (2012-2018) de 12.92 llegó hasta 19.69 en 2018 en las elecciones presidenciales, cuando se dio a conocer que AMLO sería el próximo presidente de los mexicanos, por la incertidumbre que causó que un hombre de izquierda gobernara el país, la divisa norteamericana se llegó a cotizar alrededor de los 20.50 por dólar y cuando se redujo la incertidumbre se volvió a cotizar en promedio de los 19 pesos por dólar, y de esta manera ha estado fluctuando en promedio entre los 20 y 21 pesos por dólar, pero con una inflación que ha llegado hasta un 6.5 % anual, lo que se ha visto reflejado negativamente en la canasta básica y el siempre deteriorado poder adquisitivo de la gente, pero principalmente en la de escasos recursos y si a esto le sumamos la actual falta de oportunidades, el inmenso desempleo, la inflación, la descomunal e imparable inseguridad que aqueja en todo el país, pero principalmente en algunas regiones con focos rojos, los mexicanos no hemos percibido ese cambio prometido lleno de esperanza, que simple y sencillamente se han convertido en la esperanza perdida de la gran mayoría de los mexicanos.

Esperemos que esto y otros asuntos que nos aquejan a la gran mayoría, no nos trasformen en ciudadanos de cuarta, en un país como lo es México, que ciertamente merece tener ciudadanos y gobernantes de primera.

México Podría Convertirse En Potencia Mundial Gracias Al Oro Blanco, El Litio

La ubicación en Sonora del yacimiento de litio más grande del mundo, material básico en la fabricación de baterías para vehículos eléctricos, no sólo abre la gran posibilidad de transformación del transporte y movilidad de nuestro país, sino que puede convertir a México en una potencia económica mundial ya que ahí se encuentra un yacimiento de alrededor de 243.8 millones de toneladas del químico.

Arturo Cervantes Trejo, presidente de la Alianza Nacional de la Seguridad Vial (ANASEVI), dijo durante el 12º Congreso Internacional del Transporte (CIT 12), que organiza la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM), que “México puede volverse una potencia mundial por los depósitos de litio que han sido descubiertos recientemente y considerados dentro de los más grandes del mundo. Y las baterías tienen un aprovechamiento multinivel y una utilidad enorme para todo tipo de transporte y de movilidad en nuestro planeta”.

El mundo está en una transición energética, el litio es la base de los baterías de los automóviles eléctricos, por ser un material con mayor densidad de energía por peso y volumen y por la creciente demanda de baterías de litio recargables por su mayor vida útil, tiempo de almacenamiento, menor peso, funcionamiento, alta capacidad y diversos usos en el desarrollo de las industrias de comunicaciones, electrónica e informática.

El también miembro activo de la Alianza para la Prevención de la Violencia de la Organización Mundial de la Salud, subrayó que la clave para cumplir con las contribuciones previstas en el Acuerdo de París, es la electrificación del sistema de transporte: “Tenemos una gran oportunidad en este tipo de movilidad y en los vehículos eléctricos. Debemos avanzar rápido en ese campo para ser líderes regionales en colaboración con el sector público y el sector privado”.

Por su parte, el maestro Bernardo Baranda Sepúlveda, director en Latinoamérica del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP), por su parte, destacó que “la motorización y la contaminación aumentan mucho el riesgo para la salud pública. Entonces, lo que debemos buscar es aumentar la accesibilidad de la población, es decir, cómo hacemos que sea más fácil, más corto, más agradable, más barato llegar a nuestros destinos”.

Indicó que se requieren medidas integrales para lograr una redistribución del tiempo: “La reflexión es: ¿Cómo aprovechamos esta crisis para aumentar la accesibilidad? ¿Cómo podemos hacer más esquemas de teletrabajo, horarios escalonados?”

Agregó que, por ejemplo, ahora en París “están impulsando mucho esto de la ciudad de los 15 minutos, entonces, ver cómo podemos hacer que la necesidad de recorrer largas distancias y a las horas pico sea menor. Ese es el gran reto hacia el futuro”.

Existen propuestas de cambiar la modalidad o volver a la intermodalidad, donde caminar y andar en bicicleta se vuelva rutinario; además, tiene efectos colaterales positivos para la salud de los individuos porque somos un país donde los índices de obesidad y de diabetes y síndrome metabólico deben disminuir con el ejercicio y los cambios en la actividad del ser humano.

Destacó que en los últimos años hubo un incremento en el uso de motocicletas al pasar de 400 mil unidades en el año 2000 a casi 5 millones al día de hoy, lo cual se incrementó aún más durante la pandemia, por el aumento de pedidos a domicilio y las facilidades de compra, ya que con 200 pesos semanales se pueden obtener las unidades.

Añadió que un avance en la Ciudad de México, fue la primera licencia tipo “A” para motociclistas, con estándares de educación vial, así como conocimientos y habilidades que antes no había y que debe extenderse a nivel nacional.

Al participar en la mesa “Transporte, medio ambiente y salud”, Jorge Villarreal Padilla, director de Política Climática de la Iniciativa Climática de México (ICM), señaló que durante 2020 se observó una reducción en los niveles de emisión, sin embargo, no fue una solución sostenible pues se derivó del confinamiento social durante la pandemia.

“No es sostenible de ninguna forma y bajo ningún escenario estos niveles de reducción de emisiones que tuvimos en el 2020. Evidentemente, requerimos reorientar los subsidios a combustibles fósiles hacia un cambio modal en el transporte sustentable, seguro, digno y eficiente. No podremos reducir las emisiones en el sector transporte ni garantizar que no exista un rebote si no hacemos más eficiente la flota vehicular que tenemos en este momento”.

Destacó que se requieren aprobar las normas de eficiencia vehicular que están actualmente en la discusión y es urgente impulsar políticas públicas de acceso universal a energías limpias. “No tenemos por qué detenernos ante iniciativas o políticas contrarias a las necesidades de la sociedad”, finalizó.