Leonardo Juárez R.
La Comisión de Relaciones Exteriores América del Norte sostuvo una reunión virtual con exembajadores de México y Estados Unidos, quienes presentaron una serie de recomendaciones para fortalecer y potencializar la relación bilateral.
Al respecto, la presidenta de la Comisión Gina Andrea Cruz Blackledge, señaló que una de las principales tareas de este órgano legislativo es profundizar la relación entre ambas naciones, pues del éxito de este vínculo depende el futuro de los dos países. Somos aliados, socios y amigos naturales. Esta relación tan profunda debe ser valorada en todas sus dimensiones y aspectos.
El exembajador de México en Washington, Gerónimo Gutiérrez Fernández, explicó que este grupo de ex representantes diplomáticos se dieron a la tarea de hacer un reporte “con ánimo constructivo” para aportar algunas propuestas y reflexiones, ante lo que pasa en la relación de ambos países en temas, como el comercial, migración, seguridad y agua.
Apuntó, en los últimos años la relación bilateral ha atravesado por momentos muy difíciles; sin embargo, “ha mostrado enorme resiliencia”. Indicó que en el tema migratorio continúa siendo “una gran piedra en el zapato” y se está muy lejos de donde se quiere estar.
Recomendó que tanto México, como la Unión Americana, deben buscar nuevos mecanismos que permitan más movilidad entre países y que modernice los esquemas que hay actualmente. Sugirió que este problema se aborde con una óptica regional que considere a las naciones de Centroamérica, pues los mayores flujos migratorios en la actualidad provienen de esa zona.
Respecto al manejo del agua en la frontera, Gutiérrez Fernández comentó que debe haber una administración del líquido eficiente y justo de las cuencas binacionales, además de generar infraestructura adecuada. Advirtió que este tema ha ido tomando importancia porque es uno de los retos que crecerán con el tiempo, debido al estrés hídrico que se registra.
Mientras que John Dimitri Negroponte, exembajador de Washington en México, se refrió a la agenda de seguridad, la cual, dijo, siempre ha sido un tema delicado para los dos países, sobre todo, en lo referente al tráfico de drogas, anticorrupción y bandas criminales.
Para el diplomático, las detenciones de Género García Luna y Salvador Cienfuegos en Estados Unidos son una oportunidad para reforzar la colaboración internacional entre las dos naciones en la lucha contra la corrupción y el narcotráfico, “que es un flagelo en ambos países”. Estos arrestos, sobre todo el de Cienfuegos, levanta la cuestión de si la rama militar, si los militares, son el instrumento más indicado, eficiente y deseable para luchar contra las drogas, o si realmente deberíamos pensar en una policía muy profesionalizada, que tenga más experiencia en la aplicación de la ley, se preguntó.
Recordó que cuando fue embajador en nuestro país, sostenía reuniones “bastantes frecuentes” con el secretario de Defensa de aquel entonces. “Siempre me decía: a pesar de utilizar unos militares con machetes para cortar la marihuana, nosotros no deberíamos meternos en la lucha contra la droga”.
Según el diplomático estadounidense, el secretario mexicano opinaba que si se metía al Ejército a esas tareas “vamos a corromper toda la institución militar y va existir la tentación de utilizar todos los recursos, pistas aéreas, etcétera, para apoyar a los narcotraficantes”. Yo creo que algo por el estilo se puede pensar ha pasado.
Reconoció que Estados Unidos es una gran parte de este problema que afecta a los dos países, por lo que respaldó las palabras del actual embajador Christopher Landau respecto de que las detenciones de esos dos personajes son un llamado a mejorar las prácticas anticorrupción y el trabajo en equipo entre México y la Unión Americana.
Por su parte, el embajador Arturo Sarukhán aseguró que es necesario cambiar el paradigma a través del cual se están resolviendo los problemas en la frontera. Para ello, propuso establecer mecanismos para que los alcaldes de ambos países tengan una interacción anual donde puedan tratarse todos los asuntos transfronterizos.
Añadió, a pesar de que vivimos uno de los momentos más complejos y disruptivos en la relación con Estados Unidos, la creación de mecanismos y protocolos bilaterales son “el motivo por el que no se le cayeron las ruedas a la carreta de la relación bilateral, a pesar de que el presidente estadounidense usa a México como piñata política y electoral”, explicó.