El Día Mundial de la Lucha contra el SIDA que se conmemora cada 1° de Diciembre, se dedica a dar a conocer los avances contra la epidemia del VIH/SIDA y es una oportunidad para concienciar, educar, mejorar la comprensión del VIH como un problema de salud pública y para luchar contra los prejuicios sobre las personas infectadas. En el marco de la celebración de este día, el Dr. José Alfredo Vázquez Vázquez, especialista en Medicina Interna e Infectología experto en el tratamiento del VIH y miembro de la red de excelencia médica Top Doctors explica qué es y cómo actúa el VIH. “VIH significa Virus de Inmunodeficiencia Humana, y es el virus causante de la infección del mismo nombre. Este virus ataca, altera y destruye las células CD4+ del sistema inmunitario que combaten no solo infecciones, sino también algunos tipos de cánceres. Para el 2015, se consideraba que existían más de 36 millones de personas infectadas por el VIH y de estas 1.8 millones eran niños
. Únicamente en el 2015 se produjeron 2.1 millones de nuevas infecciones y se estima que ese mismo año murieron 1.1 millones de personas a causa de la enfermedad. La infección por VIH significa únicamente que la persona cursa con dicha enfermedad; SIDA significa Síndrome de InmunoDeficiencia Adquirida, y se considera como la fase más avanzada de infección por el VIH. Ya que, sin tratamiento adecuado, el VIH puede gradualmente destruir el sistema inmunitario y evolucionar al SIDA”, comenta el Dr. Vázquez Vázquez. Las fases de infección por VIH son en tres: -Infección aguda por el VIH. Es la etapa más temprana de la infección, por lo general, se manifiesta en un lapso de 2 a 4 semanas después de que la persona ha contraído esa infección. Los síntomas son similares a los de la gripe, como fiebre, dolor de cabeza, malestar general, entre otros síntomas. En esta fase, el virus se reproduce rápidamente y se propaga por todo el cuerpo, alcanza grandes concentraciones en la sangre y disminuyen drásticamente el conteo de células CD4+. -Infección crónica por el VIH.
Es la segunda fase de la infección, es una etapa que se caracteriza por ser asintomática. Durante esta fase, el virus sigue reproduciéndose pero en concentraciones muy bajas, alcanza cierta estabilidad en sangre, al igual que el conteo de células de CD4+. Sin tratamiento contra el VIH, la infección crónica suele evolucionar a SIDA en un promedio de 10 años, aunque ese período puede ser tan corto como 3 años en algunas personas o tan largo como 15 años en algunos casos. -SIDA. El SIDA es la fase final y más grave de la infección, el virus ha destruido el sistema inmunitario, y el cuerpo no puede luchar contra las infecciones oportunistas y el cáncer, que se presentan con más frecuencia o son más graves en las personas infectadas. Por lo general, las personas con SIDA sobreviven unos 3 años sin tratamiento. Es posible transmitir el VIH en cualquier etapa de infección por el mismo, aún si una persona seropositiva no presenta síntomas de esa infección. La transmisión del VIH se da a través del contacto con ciertos líquidos corporales de una persona que tiene el VIH.
Estos líquidos incluyen: sangre, semen, líquido preseminal, secreciones vaginales, secreciones rectales y leche materna. Con lo anterior, se puede concluir que el principal riesgo para contagiarse de VIH es por medio de las relaciones sexuales, ya sea vaginales, anales u orales, sin protección. Sin embargo, existen otros factores como el uso compartido de equipo de inyección de drogas, como agujas y jeringas, con una persona seropositiva. Así mismo, también realizarse perforaciones o tatuajes en centros no regulados o con baja sanidad puede ser un riesgo para contagiarse. La propagación del virus de una mujer seropositiva a su hijo durante el embarazo, el parto o la lactancia materna se llama transmisión materno-infantil; y es la forma más común de infección en los niños. Aún hoy en día, en algunos países con bajo control sanitario pueden presentarse infecciones secundarias a transfusión de sangre o productos sanguíneos o trasplante de tejidos contaminados; así como uso de equipo quirúrgico u otros instrumentos punzocortantes contaminados
“Es importante recalcar que la infección por el VIH no se transmite al dar la mano o abrazar a una persona seropositiva; así como tampoco al estar en contacto con objetos como platos, baños u otros utensilios que haya usado una persona seropositiva. Sin embargo, se recomienda que los instrumentos personales como cortaúñas, tijeras, rastrillos, cepillo de dientes, entre otros no se compartan, ya que puede haber rastros de sangre en los mismos.
El VIH tampoco se contagia por medio del aire ni de picaduras de insectos”, explica el Dr. Vázquez. Hay tres tipos principales de pruebas de detección: las pruebas de anticuerpos, las pruebas de combinación (de detección de anticuerpos y antígenos) y las pruebas de ácido nucleico. El que tan rápido detectan estas pruebas la infección varia del período silente, o intervalo transcurrido entre el momento en que una persona contrae la infección por el VIH y el momento en que una prueba permite detectarla con precisión. Las pruebas de detección del VIH muestran si una persona ha contraído la infección por este virus, pero no pueden determinar por cuánto tiempo la persona la ha tenido.
De acuerdo con las normas mexicanas, la prueba inicial de detección recomendada es una prueba de anticuerpos o prueba combinada. Si esta prueba es positiva, se deberá realizar una prueba confirmatoria que busca los genes del VIH, llamada PCR o carga viral. En caso de ser negativa pero existir riesgo de infección se recomienda un seguimiento por 3 meses. Existen pruebas rápidas de anticuerpos, que permiten en 30 minutos obtener un resultado que permita establecer una estrategia de detección o seguimiento. En México el acceso a esta prueba es libre, cualquier persona que desee realizársela puede acudir a un Centro de Salud o Unidad de Medicina Familiar para solicitarla. Se recomienda que las personas en riesgo acudan a realizarse esta prueba, pueden incluir a hombres que tiene sexo con hombres o personas que tienen sexo con trabajadores/trabajadoras sexuales, o que tiene prácticas de riesgo, así como usuarios de drogas intravenosas o inhaladas, o que se han realizado tatuajes y perforaciones en sitios con pobre sanidad. Se estima que un 40% de las personas seropositivas todavía no han sido diagnosticadas y no saben si están infectadas o no. Para reducir el riesgo de infección por el VIH, el Dr.
Vázquez recomienda lo siguiente: • No corra riesgos al mantener relaciones sexuales, utilice preservativo en forma correcta y constante y limite el número de sus parejas sexuales; • Realice pruebas de detección y tratamiento de las enfermedades de transmisión sexual; • Realice de forma regular pruebas de detección de la infección por el VIH; • Evitar inyectarse drogas o, en caso de hacerlo, usar siempre agujas y jeringas estériles; • Cerciorarse de que toda sangre o producto sanguíneo que se necesite se haya sometido a pruebas de detección del VIH; • Si se tiene VIH, iniciar el tratamiento antirretroviral lo antes posible, para evitar la diseminación a la pareja; • En caso de estar embarazada iniciar tratamiento antirretroviral y evitar amamantar al bebé; • Utilizar profilaxis preexposición antes del posible comportamiento de alto riesgo; • Utilizar profilaxis postexposición si existe el riesgo de exposición al VIH en entornos ocupacionales o de otro tipo.
El Gobierno Federal tiene diversas estrategias para apoyar en la detección y prevención de la infección; generalmente apoya con la repartición de condones en centros de salud, así como durante actividades asociadas. Igualmente las pruebas de detección se realizan de forma gratuita en diferentes centros, por ejemplo, Clínica Condesa en la Ciudad de México y en los CAPASITS en los diferentes estados de la República. Aún faltan muchas acciones, como valorar la profilaxis preexposición o postexposición y la forma en que podría otorgarse a la población. Por lo pronto sabemos que existe apoyo por parte del Gobierno para entregar y proporcionar medicamentos antirretrovirales sin costo alguno, a las personas que lo necesitan, en los mismos centros de atención antes comentados.