Fuerza Política: Por José Luis Sosa

El presidente López Obrador señaló: “Estás conmigo o estás contra mí”, una frase que no va de la mano con la democracia y que cierta mente polariza en lugar de unir a los mexicanos, al igual que llamar a los que piensan diferente a él, fifís, conservadores, adversarios, entre otros, lo cierto es que ahora más que nunca necesitamos estar unidos para salir adelante en esta recesión principalmente originada por la Pandemia, los mexicanos necesitamos estímulos de superación personal, prepararnos profesionalmente, trabajar  con pasión, tener espiraciones siempre y alcanzar un mejor nivel de vida en todos los aspectos, nunca ser conformistas y vivir en la mediocridad.

Un estadista no le sugiere a su pueblo: “Si ya tenemos zapatos para qué más, si ya se tiene la ropa indispensable, sólo eso, si se puede, tener un vehículo modesto para el traslado por qué el lujo. Claro, somos libres, pero ya no es el tiempo en que como te veían te trataban, ahora es al revés, ve uno a una persona así muy extravagante y hasta se aleja uno”. Una visión que la gran mayoría seguramente no compartimos. Perdón, pero en México y en el mundo, cada quien a su medida y posibilidades busca siempre superarse y vivir con las mayores comodidades, comprarse las cosas que siempre han querido tener, darse sus gustos en diversos aspectos y brindarle lo mejor posible a su familia.

En la vida comúnmente todos tenemos iniciativa propia, pero siempre es importante contar con motivación por parte de la familia, los amigos y por igual de quienes nos gobiernan. También sugirió: “No se trata de comer cosas exóticas, extravagantes, caras, no, es recuperar en mucho lo que es la comida tradicional, el arroz, el frijol, el maíz”. Coincido en que a través de la historia estos productos han sido la base fundamental de nuestra alimentación diaria, en un tiempo México fue autosustentable con su producción en el campo y hasta exportábamos nuestros productos, pero con el paso del tiempo y las malas administraciones públicas, corruptas, demagógicas, durante décadas la industria agrícola se ha visto seria y lastimosamente afectada y hasta hemos caído en la imperiosa necesidad de importar maíz, frijol, arroz y los trabajadores y productores agrícolas en su mayoría se encuentran sumidos en la extrema pobreza, dicen algunos, antes tenían que comerse su misma cosecha para poder sobrevivir y ahora hay quienes ya no tienen ni qué comer, pero nadie voltea a verlos, como si no existieran, no se les da ninguna clase de créditos ni apoyos para reactivar su economía, comprar las semillas para así fomentar la producción, ser auto suficientes y así poder consumir nuestros propios productos mexicanos de buena calidad a buen precio, como parte de nuestra canasta básica, pero la cruda realidad inexplicablemente es que sexenios van, sexenios vienen y el campo simplemente no les interesa hacerlo productivo y sigue en el olvido.

Es cierto que el maíz, el frijol y el arroz forman parte muy importante en nuestra alimentación diaria, pero la pregunta es, por qué no complementarla con diversos productos de acuerdo a la capacidad económica y gusto de cada uno de los mexicanos.

Por otra parte, lo que en verdad si representa un grave problema, es que muchas familias no tienen el poder adquisitivo ni siquiera para basar su alimentación en esos que deberían ser “productos básicos”, simplemente no tienen ni para comer.

En otro orden de ideas, si bien es cierto que la pandemia llegó a dañar aún más la economía de una gran parte de la población, a sumar drásticamente muertes a las ya muchas por diversas enfermedades, accidentes y homicidios en todo del país, e inevitablemente ha modificado nuestra vida diaria y costumbres tradicionales, pero esto al parecer a ciertos grupos aislados no parece haber influenciado en ellos en cuanto a su comportamiento y como reza el refrán popular: “Ven la tempestad y no se hincan”, y se manifiestan en la Cuidad de México como protesta a los hechos suscitados en el Estado de Jalisco, donde un grupo de policías como es su estilo detuvieron prepotentemente a un joven por una falta administrativa, lo golpean y a raíz de éste reprobable acto le quitan la vida, como respuesta, una violenta manifestación no se hizo esperar y un grupo de jóvenes encapuchados irrumpieron con lujo de violencia en el Palacio de Gobierno en la ciudad de Guadalajara causando diversos destrozos, incluso uno de ellos le roció a un policía en la espalda un líquido y literalmente le prendió fuego, afortunadamente sus compañeros de corporación lograron apagar el incendio, se detuvieron algunos de los responsables, pero ahora después de una pugna política el gobernador de la entidad, los absuelve de los cargos. Se le olvida al gobernador de Jalisco Enrique Alfaro o hace caso omiso, pero la ley se debe hacer cumplir conforme a derecho y no como una negociación política.

Como respuesta a estos lamentables hechos, el pasado viernes 5 un gran grupo de jóvenes cubiertos de su rostro con pasamontañas y pañoletas, se congregaron en Reforma  como protesta a los hechos violentos antes mencionados en Guadalajara, de manera violenta sin motivo alguno se dieron a la tarea de causar destrozos en propiedad privada, vandalizar comercios y agredir algunos transeúntes en las calles aledañas al Ángel de la Independencia, y como violencia genera violencia, en el zafarrancho unos policías golpearon a una de las manifestantes quien resultó ser menor de edad, de ahí el contingente se trasladó a la zona de Polanco haciendo pintas en propiedad privada y rompiendo cristales a diestra y siniestra, hasta llegar a su objetivo, Casa Jalisco que ya era resguardada por efectivos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, fue ahí hasta donde los contuvieron.

Pero eso no les fue suficiente y el lunes 8 ahora en protesta de la jovencita que patearon los policías, con mayor nivel de violencia nuevamente los según ellos “anarquistas” y colectivos feministas se congregaron en Paseo de la Reforma causando destrozos en propiedad privada y diversos saqueos en establecimientos comerciales, agrediendo a ciudadanos y medios de comunicación quienes lo único que hacían era cumplir con su trabajo realizando la noble labor de informar a México y el mundo, monumentos históricos no fueron la excepción pues para ellos no hay límites, (cero presencia policiaca) sin que las autoridades hicieran algo por detener estos actos vandálicos en plena consumación delictiva, pero eso sí, estos fueron acompañados por la Brigada Humanista de Paz Marabunta (procuran el orden, dan primeros auxilios y documentan las movilizaciones) y miembros de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos CNDH, pero en este caso ¿Quién protege los derechos humanos de las víctimas o sólo los victimarios tienes derechos?.

En los noticieros televisivos se pudo ver a una señora de la tercera edad de más de 70 años quien con lágrimas en los ojos les pedía a los rijosos que por favor ya pararán, pero esta dolorosa suplica no obtuvo respuesta, fue como hablar a oídos sordos.

Con el argumento de no a la represión y no caer en provocaciones, las autoridades capitalinas no hicieron nada para evitar los destrozos y saqueos a los negocios ni los daños al Patrimonio de la Nación, no se hizo valer el Estado de Derecho y la impunidad se dejó ver en su máxima expresión, incluso el Bunker de la Fiscalía General de Justicia de la CDMX también sufrió con pintas y vidrios rotos, ahora se investiga con fotos obtenidas durante los diversos desmanes para dar con los responsables y fincarles responsabilidades de acuerdo a lo que marca la ley, que bien, pero el procedimiento correcto sería detenerlos infraganti, como se dice coloquialmente: agarrarlos con las manos en la maza.

Qué bien que se siga respetando el derecho a manifestarse siempre y cuando este sea pacíficamente y sin dañar a terceros, el problema es que ya se está volviendo costumbre que en cada manifestación los inconformes hagan destrozos tanto a la propiedad privada como al patrimonio histórico de nuestra ciudad, eso simplemente se tipifica como Daños a la Nación.

Ahora la pregunta que nos hacemos la ciudadanía es, ¿Quién pagará los daños y saqueos de mercancía a los diferentes establecimientos comerciales los cuales se estiman en más de 20 millones de pesos? Es bien sabido que la situación económica se agravó aún más con el tema de la Pandemia, muchos negocios no podrán subsistir a este efecto y los propietarios perderán su inversión, su fuente de ingresos y muchos trabajadores se quedarán sin empleo y si a esto le sumamos los embates sufridos antes mencionados, si tenían posibilidades de subsistir, esto automáticamente les viene a debilitar sus perspectivas de salir a delante…

Seguimos en el pico más alto de contagios por Covid-19 y el presidente López Obrador da a conocer un PDF  “Confidencial” que bautizaron como BOA, Bloque Opositor Amplio que no se sabe a ciencia cierta quién se lo envió lo cual lo clasifica como de dudosa procedencia, ni se ha autentificado la veracidad de su contenido, hay diversas versiones de su origen.

Se menciona que está conformado por un grupo de consejeros de INE, magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, dirigentes nacionales de partidos políticos, México Libre, legisladores de oposición, periodistas, empresarios, ex presidentes, gobernadores e intelectuales, quienes de inmediato se deslindaron de pertenecer a ese grupo.

Si se trataba de un documento “Confidencia” lo prudente era primero autentificar su origen y contenido ¿O acaso ya todos los documentos confidenciales serán dados a conocer públicamente? Entonces ya no serán confidenciales. La percepción en la gente y conocedores, es que esto se trata más bien de una “estrategia política” con miras a las elecciones de 2021, que serán muy importantes para el futuro de la 4T y de nuestra Nación. Es como curarse en salud y tener argumentos si los resultados no les favorecen.

Para tus comentarios mi correo es: fuerzapolitica@yahoo.com

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