Por: Ana Jiménez
El Teatro: Centro Cultural Fausto Vega fue la sede que albergó la XX entrega al mérito deportivo del “Guerrero Azteca”. La preciada estatuilla del guerrero azteca al igual que el cotizado cinturón verde, lucían en el escenario principal, aguardando a ser puestos en las manos del campeón y campeona que fueron premiados y premiadas quienes ferozmente honraron su deporte, su amor por la disciplina, el respeto por sus senseis, coaches, profesoras y profesores, al igual que el honorable e invaluable apoyo de su familia, y no cualquiera; una familia guerrera mexicana.
Y es que no es coincidencia hacer alusión a un referente histórico del imponente peso histórico y cultural de “la Sangre Mexa, la Sangre Guerrera”. La identidad cultural respalda la importancia del respeto por la vida, la educación, el equilibrio, los valores, el trabajo y la ética como parte de la enseñanza para la élite guerrera y la sociedad que les cobija y forma.
La pedagogía de las culturas prehispánicas ratifica de diversas maneras un mensaje contundente: La educación trasciende la obligación en el campo de batalla (el ring), al igual que la sana convivencia en sociedad, para nutrirse, formarse y vivir con honor en lo cotidiano, dentro y fuera de las academias, dojos y cuadriláteros.
El mensaje de nuestros, nuestras guerreras y guerreros aztecas, se divulga en la actualidad a través de las voces y consejos de sus líderes, mentoras, mentores y figuras de autoridad deportiva durante todo el camino de preparación al igual que en la cúspide, con el reconocimiento público de todas y todos estos grandes atletas y representantes del Kick Boxing mexicano, artistas marciales, jueces, paramédicos, profesores, profesoras, luchadores olímpicos, periodistas, anunciadores, coaches, referees, y demás figuras destacadas.
El discurso que engalanó la alfombra roja y la premiación fueron dirigidos por la Diputada Miriam Saldaña, quien enfatizó en más de una ocasión la importancia de una vida activa y saludable en el plano físico, mental y emocional al igual que los beneficios de la interacción humana en colectivo, fomentado por madres, padres y la familia. Otro invitado de lujo fue el luchador y actor de la máscara emblemática “Tinieblas” quien reconoció el talento deportivo mexicano y la garra de salir adelante, incluso en ocasiones por sus propios medios. La invitación de esta figura destacada fue contundente para deportistas y la sociedad mexicana: Llevar una vida recta y ejemplar e integrar el deporte a nuestras vidas.
El anfitrión y campeón mundial Johnny Zárate recalcó un importante reconocimiento a la juventud mexicana, motivo de orgullo nacional, señalando la importancia de continuar preparándose y aprovechar el camino y oportunidades que han logrado a base de sus esfuerzos. Pues es la juventud la digna representante con un nivel de calidad entre sus deportistas profesionales y amateurs.
Entre las butacas y paredes de este recinto, se vivió una tarde llena de emoción, aplausos y alicientes porras familiares, porque en el deporte se construyen otras familias que integran a la de origen. Entre las filas destacó la presencia de mujeres y hombres jóvenes, quienes invitaron a sus generaciones a integrarse y disfrutar de los beneficios que brinda una vida que incorpora el deporte y la actividad física pues es un determinante que permite alejarse de sustancias, y malos hábitos en el plano de la salud pero también fomenta buenos hábitos para sí mismos, mismas, como integrantes de nuestra sociedad y el futuro de nuestro México





