Por: Sandra Martínez
En el corazón de Zacoalpan, un pequeño pueblo del municipio de Ometepec, Guerrero, vive Silvia Jiménez, una mujer que, a pesar de las adversidades, ha dedicado su vida a mejorar la de los demás. Conocida simplemente como Silvia Jiménez, esta estudiante de nutrición ha alcanzado reconocimiento internacional por su labor altruista y su lucha en favor de los derechos de los pueblos indígenas.
Silvia se alzó con el título de Miss Indígena Universal en 2022, durante el certamen internacional Indígena de Abya Yala, organizado por la Organización de la Belleza Indígena en Panamá. Este logro no solo la posicionó como una representante de la belleza y cultura indígena, sino también como una voz poderosa que clama por la justicia y el bienestar de su comunidad.
Silvia busca la menera de ayudar a la gente, porque lo que ha establecido un comedor comunitario al que llama “Trueque Comunitario”. Este espacio se ha convertido en una grana ayuda para más de 450 niños y niñas indígenas amuzgas, así como para mujeres embarazadas, madres lactantes, personas con discapacidad y adultos mayores que enfrentan la pobreza extrema y la marginación. El comedor ofrece alimentos nutritivos, un recurso escaso pero vital para el desarrollo integral de estos grupos vulnerables. Y va muy de la mano con su carrera de nutrición.
La misión de Silvia va más allá de la simple provisión de alimentos. Su proyecto social busca combatir la desnutrición infantil y mejorar la calidad de vida en las comunidades indígenas. A través de donaciones y el apoyo voluntario, Silvia ha logrado mantener este esfuerzo, alimentando a aquellos que más lo necesitan y brindando un rayo de esperanza en sus vidas.
Recientemente, Silvia expresó su gratitud hacia su amiga Areli Ruiz, quien ha sido una aliada fundamental en esta noble causa. Con la ayuda de personas como Areli y muchos otros voluntarios, el comedor Trueque Comunitario sigue siendo un símbolo de resistencia y solidaridad en tiempos difíciles.
Cualquier persona que desee contribuir, ya sea con donaciones o voluntariado, es bienvenida a unirse a este esfuerzo vital para garantizar que ningún niño o adulto en su comunidad se quede sin un plato de comida en la mesa.
Si te nace de corazón apoyar, cualquier granito de arena hará una diferencia en el comedor Trueque Comunitario, donde cada día se lucha por un futuro mejor para los indígenas amuzgas de Guerrero.
Silvia Jiménez, la reina indígena que no solo lleva una corona, sino también el amor y la esperanza de su pueblo, nos enseña que la verdadera belleza radica en el poder de dar.