Forma parte del elenco multiestelar del libro “Cine Mexicano del 70: La Década Prodigiosa”
Inició su carrera como actor en pantalla grande en 1968, pero en el 70 fue muy prominente
“Chin chin, el Teporocho” fue su pase de ingreso a la industria del cine comercial
Proveniente de una de las familias en las que el cine mexicano ha jugado un papel más que importante, desde el inicio de su carrera como actor y director, Gabriel Retes se ha caracterizado por reflejar en sus cintas su ideología política, así como su particular visión estética, siendo uno de los pocos pertenecientes de la década del setenta en mantenerse fiel a sus convicciones, y que esquivó con creces las múltiples crisis del cine nacional.
Él forma parte del elenco multiestelar del libro “Cine Mexicano del 70: La Década Prodigiosa”, del investigador y periodista Fabián Polanco, publicado por SamSara Editores y por la plataforma digital Nube Digital.
Gabriel Retes inició su carrera como actor en pantalla grande en 1968, cuando Paco Ignacio Taibo II debutó en la dirección con el cortometraje Ardiendo en el sueño. Le siguieron los títulos “El hijo pródigo” (1969) y “Cristo 70” (1970), entre otros.
Sin embargo, en 1969 se inició también como realizador dirigiendo el corto “Sur”, realizado en formato súper 8 mm y al que sucedieron las cintas “El paletero” (1971), “Fragmentos” (1972), “El asunto” (1972), “Tribulaciones en el seno de una familia burguesa” (1973), “Los años duros” (1973), “Los bandidos” (1974) y “Chin Chin, el Teporocho” (1975), siendo esta última su pase de ingreso a la industria del cine comercial, y con la que pudo convertirse en uno de los cineastas más experimentales de ese periodo.
“Fui de los directores que debutaron en esa década. En 1974 filmé ‘Chin Chin’…, que se estrenó en 1975, pero tuve la suerte de hacer unas veinte películas entre 1970 y 1975. Estaba muy inmerso; de hecho a mí me tocó el ocaso del cine de los productores privados, los del Condominio de Productores. Me tocó la bronca en Los Pinos, cuando se retiraron y Echeverría tuvo que enmendar y ponerle nuevo rumbo a la industria.
“Tuvimos la suerte de tener a un gran líder de los trabajadores, que era José Estrada, entre otros; pero él era nuestra cabeza, el ideólogo y logramos que el Estado coprodujera con los trabajadores, siendo éstos y algunos creativos los que mandaban en la industria. Si te das cuenta, ha sido una de las épocas más fecundas. Como decía Alberto Isaac, ‘era Época de Oro porque se hacían 140 películas; pero hay muy pocas ‘Perlas’, muy pocas ‘Marías Candelarias’. Entre 1973 y 1978 hay un despegue del cine mexicano, y eso fue gracias a que los creativos tuvimos libertad de expresión”, expresó el realizador de “El Bulto” en la entrevista publicada.
Convencido por completo que le tocó vivir los cambios existentes en la industria del cine de ese entonces, Gabriel Retes menciona que debido a que en esos momentos el recién creado Banco Cinematográfico no podía financiar los proyectos que le solicitaron apoyo, se crearon otras empresas en las que se involucró de manera profunda, dejando en él la posibilidad de estar cerca de figuras del cine mexicano que admiraba sobremanera.
“Yo era un cinéfilo apasionado. Vi muchas películas, pero no me fijaba en los directores ni en nada de eso; las veía por género, pero fue un día que descubro una cámara de súper 8 que hago un pequeño filme y me enamoré por completo del cine y su realización, dejando de existir todo para mí.
“Yo estaba produciendo una obra de teatro de Vicente Leñero con mi padre, llamada ‘Los albañiles’, que me estaba dejando muy buen dinero. Alejandro Galindo fue a ver la puesta, en la que yo también trabajaba como actor, y me ofreció un personaje en una película, ‘Cristo 70’, siendo este largometraje la confirmación de mi gusto por hacer cine, pues desde el primer día en que llegue al set, me apasioné”, precisó.
Durante su amplia trayectoria sobre y detrás de los escenarios, Gabriel Retes se ha caracterizado por estar siempre defendiendo sus ideales y objetivos. Hasta el momento, nunca ha dejado que le impongan algo.
“Nunca. Soy de los que realmente representan el cine de autor. Aunque suene presuntuoso me tocó estar en la vanguardia. La primera película en cooperativa la hice yo”, concluyó.
“Cine Mexicano del 70: La Década Prodigiosa” ha sido bien recibido por el público nacional e internacional, quien ha mostrado gran interés por conocer o reencontrarse con esta etapa de la historia del cine nacional, teniendo como guías a sus protagonistas, lo mismo directores y actores, cuyos testimonios fueron recogidos por el autor, logrando obtener reveladoras entrevistas.
Además de su venta digital, a través de la plataforma Nube Digital, la presentación física del libro se puede conseguir de manera exclusiva en la Tienda de Memorabilia Cinematográfica “Bela Hugozzi”, ubicada frente a la Sala 1 de la Cineteca Nacional, en la Ciudad de México.
Considerada por muchos como la encargada de marcar una importante etapa dentro de la filmografía nacional contemporánea, la historia del cine mexicano en la década del setenta es más que emblemática, marcando a las siguientes generaciones de cineastas gracias a las posibilidades y los retos de plasmar en la pantalla grande lo no permitido, ni sospechado hasta entonces.
Alfredo Joskowicz, Ana Ofelia Murguía, Carmen Salinas, Diana Bracho, Ernesto Gómez Cruz, Felipe Cazals, Fernando Allende, Gonzalo Vega, Héctor Bonilla, Ignacio López Tarso, Leticia Perdigón, María Rojo, Mario Almada, Pilar Pellicer, Rafael Inclán y Sergio Olhovich son algunas de las luminarias que aparecen en “Cine Mexicano del 70: La Década Prodigiosa”, quienes con sus narraciones ayudan a comprender esta etapa del cine mexicano.
Fotografía: Esaú Ponce.