Corría el año de 1946 cuando se estrenaba en México la película “El ahijado de la Muerte” interpretado por Jorge Negrete y lo acompañaban entre otros actores Emma Roldan y Tito Junco, en ella se contaba la historia de un caporal de hacienda que por circunstancias de la vida se convierte en un bandido que lucha contra los crueles hacendados, su fama crece por ser un pistolero letal, pero además se mencionaba que tenía la protección de la misma muerte ya que se salvaba de manera inexplicable de una muerte segura, esta cinta, está clasificada como FANTASÍA y DRAMA.
Año 2021 tenemos una nueva versión de esta trama, con la salvedad que la fantasía se volvió REALIDAD y el drama es una verdadera PESADILLA que parece no tener fin, el nuevo CORONAVIRUS. “El ahijado de la muerte”. protagonista tiene nombre y se llama CORONAVIRUS, tiene semejanzas extraordinarias con el personaje anterior, es LETAL, pareciera que sus mutaciones lo salvan de su extinción y ataca de manera simultánea a todas las economías del mundo, sin embargo si hay una diferencia, este nuevo aliado de la Muerte no socorre a los más pobres, todo lo contario, a los más pobres los aniquila por igual.
Todos sabemos que la probabilidad de la vida va acompañada en todo momento de la probabilidad de morir, esta lúgubre sombra nos acompaña en todo momento a lo largo de nuestra existencia, tarde que temprano habremos de perder la batalla ante tan formidable oponente, sin embargo hoy pareciera que ese dicho de que “ELLA” aguardará PACIENTEMENTE a que nos llegue la hora de rendir cuentas, ya no está tan vigente, su nuevo aliado parece estar más impaciente y enfocado en proporcionarle a su “MADRINA” las almas que habrán de incrementar la suma de tan desdichado oficio.
Hoy todo ser humano debe prepararse para dar la batalla más importante de su vida, deberá combatir al enemigo con todas las armas que tenga a su alcance, debe ser una lucha colectiva, en la trinchera de cada quien deberá hacer su parte para detener el avance de una AMENAZA REAL que tal parece busca la extinción de la raza humana, su acelerada transformación y su incremento de fuerza y resistencia, nos indica que va ser una jornada muy larga, transformara sin duda la forma de ver al mundo y de valorar la vida, llego en el peor momento, las condiciones ambientales y los fenómenos naturales propiciados por la devastación de la naturaleza en aras de una “civilización”, nos coloca en el peor campo de batalla.
La humanidad a lo largo de la historia ha enfrentado grandes desafíos, guerras, pestes, conquistas, etc., muchas de ellas amenazaron con el exterminio de una raza, de una cultura, de una creencia, los más viejos lo leímos en los libros de historia, los más jóvenes en una computadora, pero por igual, sin duda un sentimiento de agobio y miedo paso por nuestra mente al imaginar lo que vivieron esas personas, HOY lo estamos viviendo en carne propia, la diferencia es que el enemigo que tenemos enfrente es mil veces más poderoso, no lo mueve la conquista de territorio ni riquezas, su único aliciente es matar, estamos en el camino de quien busca una SOLUCIÓN FINAL para detener el daño que nosotros mismos nos hemos creado. Por nuestros hijos y por la generaciones venideras habremos de dar la batalla no hay otra salida, no hay lugar del mundo en donde estemos a salvo, es un contendiente universal, está en todas partes.
Cuidémonos con todo lo que esté en nuestras manos, seamos responsables y disciplinados, hemos escuchado y leído todas las recomendaciones para enfrentar este reto, usemos los escudos que nos proporciona la medicina actual, todo cuenta, todo suma en estos momentos, recordemos que este enemigo en su inteligencia superior a determinado que la cercanía es la mejor estrategia para obtener la victoria, el cuerpo es su excelente trinchera, utiliza al padre, a la madre, al hijo, al hermano, al amigo, al compañero de trabajo, etc., viaja con ellos a todas partes, espera pacientemente abordar un autobús, un avión, un taxi, etc., no dejemos que entre a nuestro nicho de seguridad que es nuestra casa, no permitamos que por un descuido duerma bajo nuestro mismo techo, anticiparnos a su ataque nos da cierta ventaja, cuidemos nuestro cuerpo (vitaminas, ejercicio, limpieza).
Las sociedades en todos sus ámbitos y regiones del mundo, tienden a olvidar su historia, ojala cuando todo esto termine esperemos que sí, no olvidemos este momento, luchemos SIN MIEDO, afrontemos con responsabilidad la realidad, demos la batalla, porque al final de cuentas tarde que temprano este enemigo nos va encontrar, para entonces estaremos preparados para vencerlo, es por el futuro de un mejor mundo para todo