Cultura física y Deporte
Por: Norma Anyelín Ortiz
Existen personas muy aficionadas a ciertos deportes y sobre todo, con admiración a ciertos atletas, en los ámbitos del Box, karate, lucha, fitness, futbol, o cualquier otra disciplina. Pero, ¿qué es realmente lo que sucede, cuando de ser sólo un espectador o aficionado, despierta tu pasión por el deporte?
Muchos deportistas destacados que hoy se encuentran en la cima de la fama, antes fueron aficionados de esa disciplina, pero esa admiración y afición la convirtieron en Pasión: mediante la admiración a los grandes campeones, a su esfuerzo y sacrificio pero sobre todo a su empeño y dedicación es lo que despierta su motivación.
La motivación es un elemento esencial, pues observando a un atleta que transmite que lleva en la piel esa pasión desbordante por su deporte, es como se percibe esa mezcla de gozo y adrenalina, que nos hace pensar ¡yo quiero ser como él, yo quiero ser como ella!, y de ahí el deseo de transformación y de cumplir metas.
Cuando se logra descubrir esa pasión interior, se opta por esa vía del sacrificio, sí, del sacrificio ante un esfuerzo y trabajo, despertando no solo ese talento deportivo, con el que nacemos sino de igual forma nuestra mente y espíritu se conjugan para hacer de nuestro cuerpo una maquina perfecta que llevara al éxito.
Cuando se logra cambiar la mentalidad mediante la “Pasión” se logra ese espíritu competitivo, que nos llevará a dar siempre el extra en la tarima, en la pista, en la cancha o en el ring llegando a tener la satisfacción plena de disfrutar del proceso de un antes y un después, como en todo deporte lo hay.
Esa pasión nos ayuda a tener la voluntad necesaria para demostrar no solo a los demás, sino a uno mismo que si se quiere se puede, que si se sueña se puede despertar soñando.
Y no importan los malos momentos a los cuales uno se enfrente, por ese sueño, por ese reto, así entrenes a pleno rayo de sol, aun sudando como un pollo, o ante el frío, helándote como un pingüino, ¡no importa!, uno no se rinde, uno no abandona, uno saca la garra y sigue trabajando, sigue perseverando.
y cuando, descubres que muy pronto te va dando resultados, te va dando frutos, te haces más adicto a esos triunfos, convirtiéndote ahora tú en esa fuente de inspiración para otros.
De ahí partes a sentirte capaz de afrontar todo reto en tu deporte, y después de haber recorrido una vida plena de logros, aun entrando a una edad madura, uno no deja de sentir que tenemos un cuerpo con suficiente vigor, como para llevarnos con más o menos dignidad hasta el punto de que el mismo cuerpo lo pida. Pero no por ello no lograr reflejarlo en nuestra mente como un cuerpo más rejuvenecido.
Es lamentable escuchar muchas veces comentarios de deportistas quejándose de algo y culpando a las circunstancias de la vida el no haber despertado la pasión por su deporte favorito. Y ahora se lamentan por no haber logrado nada: por falta de pasión, voluntad de sacrificio y disciplina.
El deporte debe estar presentan en la familia y ser parte de una cultura de familia, es de suma importancia que concientizar a que los niños se críen en una cultura del esfuerzo, de la dedicación y sobre todo del deporte. Actualmente el deporte solo se ve como diversión o como un castigo y no como una actividad que nos pueda dar un estilo de vida saludable, o una dosis de satisfacciones y emociones.
¡ADELANTE NO TEMAS AL SACRIFICIO!
DESPIERTA TU PASION
