por: Alberto Barrios
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, no se mordió la lengua al comentar sobre el rechazo de la propuesta migratoria en el Congreso de los Estados Unidos el pasado 7 de febrero. Para el mandatario, este revés se debió a intereses políticos y electorales en el país vecino del norte.
López Obrador afirmó en una declaración contundente que México “no es piñata de nadie”, refiriéndose a la instrumentalización del tema migratorio con fines políticos. Según él, la coyuntura electoral en Estados Unidos ha polarizado el debate migratorio, afectando la viabilidad de propuestas como la presentada por el presidente Joe Biden.
El presidente mexicano hizo un llamado a los partidos políticos estadounidenses para que actúen en consecuencia y regularicen la situación de los migrantes mexicanos y de otras nacionalidades que han contribuido al país de manera honesta y laboriosa. Subrayó la necesidad de que los compromisos electorales se materialicen en acciones tangibles y no solo en retórica vacía.
Además, López Obrador expresó su disposición a asistir a una ceremonia en Estados Unidos si algún partido político se compromete a abordar de manera efectiva el tema migratorio. Afirmó que la regularización de los migrantes mexicanos es un acto de justicia y reconocimiento hacia quienes contribuyen al desarrollo de la nación vecina, recordando la rica tradición migratoria que ha caracterizado a Estados Unidos desde su fundación.
foto: EFE/José Méndez
