El panorama de inseguridad es negro para todos los mexicanos, peor aún si se sigue tratando de minimizar la situación y no se ataca desde la raíz el problema, precisamente creemos que ese es el gran problema, porque combatir con desición la delincuencia organizada significa tener la convicción de ir hasta las últimas consecuencias “caiga quién caiga”, y esto significa que muchos políticos junto con sus familiares y amigos tendrían que ir a la cárcel por estar involucrados directa o indirectamente. El más claro ejemplo de todo esto es el estado de Tabasco, un estado muy rico en recursos naturales que sus problemas más graves eran las inundaciones anuales por el mal manejo de las aguas y el desvío de presupuesto federal destinado para este efecto. Sin embargo ahora Tabasco está totalmente en manos de la delincuencia organizada, los dos últimos Gobernadores de Tabasco han pactado y entregado abiertamente el estado y las instituciones a la delincuencia organizada, los titulares y mandos superiores son los que dirigen a las bandas de delincuentes, gran parte de las radiopatrullas de las instituciones de seguridad fueron COMISIONADAS con la delicuencia organizada, en los operativos conjuntos el mando principal es un delincuente, los mandos policíales controlan el robo de vehículos y exportan semanalmente su cargamento hacia otras ciudades, algunos policías honestos o ingenuos han detenido a estás bandas y por órdenes superiores los tienen que dejar en libertad, los ciudadanos que ponen alguna queja son amenazados, golpeados o desaparecidos. Después de que Tabasco se convirtiera en noticia internacional por la quema de vehículos, cierre de vías de comunicación por el crimen organizado, el gobierno federal envió un gran contingente de fuerzas federales que solo han hecho algunos decomisos y cateos de inmuebles y vehículos, radiopatrullas “clonadas” que no son clonadas sino que estaban comisionadas con esos grupos, algunas detenciones menores, mientras que los funcionarios que dirigen a éstos grupos siguen en sus puestos, operando y reorganizándose. El Presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que las escaleras se barren de arriba hacia abajo, tal parece que al menos en el llamado Operativo Seguro en Tabasco los mandos de las fuerzas federales lo están haciendo al revés y con esto dan la oportunidad para que los verdaderos responsables huyan del país, oculten sus bienes mal habidos y desaparezcan a sus cómplices para que no puedan testificar en su contra. En la recta final de su Gobierno el Presidente de México aún puede, con toda la fuerza del estado dar un golpe de timón en la lucha contra la delincuencia organizada y empezar por su propio estado para demostrar que el “buen Juez por su casa empieza” y pasar a la Historia como un Gobernante que supo escuchar el clamor del pueblo. Los Tabasqueños y todos los mexicanos así lo demandamos.
Raúl Jerónimo Amaya.
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