Por José Luis Sosa
En nuestro México real hoy por hoy sufrimos de violencia extrema en sus distintas modalidades, de falta de educación cívica, de mejores valores como seres humanos, pues no es lo mismo ser un humano, a ser humano en la vida en términos general, entre otros tópicos que realmente son preocupantes y que como ciudadanos si no corregimos en su momento, van dejando una no deseable estela en la conducta cotidiana de la gente, ciertamente esto es una responsabilidad conjunta de sociedad e instituciones de gobierno, para erradicar malas costumbres que nos limitan en nuestra Nación, crecer en diversos aspectos y mejorar nuestro nivel cultural, educativo, económico, profesional, ético, de buen comportamiento con bases sólidas y sobre todo de buenos principios para alcanzar un mejor nivel de vida y que otros países volteen a vernos como un país modelo y ejemplo a seguir. Erradicar de raíz esa insana idiosincrasia que lastimosamente nos permea durante décadas que rezan: “a mí no me des, sólo ponme donde hay” y “el que no tranza no avanza”, entre otras.
Se dice que comúnmente es más sencillo adoptar o tomar los malos ejemplos, las cuestiones negativas a rescatar la buena conducta y valores que desafortunadamente se están perdiendo, esto en cierta manera influye por igual en lo negativo que a diario vemos en la televisión, las redes sociales, plataformas digitales y producciones cinematográficas, entre otros.
Un pésimo ejemplo resultan ser las narco series televisivas y los narco corridos donde a fin de cuentas llega un punto donde los malos se convierten en una especie de ídolos, principalmente entre los jóvenes que se dejan deslumbrar por un poder inaceptable, el poder económico como un status de vida poco usual e inalcanzable para el ciudadano común, producciones con desmedida violencia que de una u otra manera repercuten en un posible mal comportamiento del individuo que gusta de ver estas teleseries o películas que podrían ser una especie de apología del delito, como sucedió con un cantante de música grupera que por su videoclip se vio vetado, así como en serios problemas con la justicia.
Tanto en los videoclips como en las narco series y películas, las grandes producciones ofrecen al espectador escenas donde estos nefastos personajes viven en lujosas mansiones custodiadas por gente fuertemente armada, en las cuales en los espaciosos jardines y sofisticadas albercas organizan espectaculares fiestas con esculturales mujeres en medio de una desmedida opulencia, poseen lujosas camionetas, jet privado, usan ropa de las más sofisticadas marcas, lucen exclusivos relojes de prestigiadas marcas y joyería con impresionantes brillantes que deslumbran hasta al más reservado.
Se llega al grado de que estos siniestros personajes son sumamente temidos y hasta respetados. Así lo dejan ver en las pantallas de cine y televisión.
Un claro ejemplo muestra como la población es muy sensible de influenciarse, es el caso de él capo Edgar Valdés mejor conocido como “La Barbie”, quien cuando fue detenido por autoridades Federales, al aparecer ante los medios de comunicación vistiendo una playera verde de una prestigiada marca de ropa, en automático esta prenda se puso de moda en diversos niveles económicos, las playeras piratas se comenzaron a vender en todo el país y muchos jóvenes, otros no tanto, orgullosos portaban una playera tipo Polo muy similar a la antes mencionada, o en algunos otros casos vestían orgullosos la playera original.
Casos similares se suscitaron cuando se capturó a Ovidio Guzmán López, el hijo del “Chapo” y que según por el conflicto que se originó en el estado, de inmediato el alto mando ordenó se dejara en libertad al hijo del capo más poderoso del mundo. La respuesta no se dejó esperar, en los centros comerciales, en las calles niños, adolescentes y jóvenes vestidos similar al prototipo tradicional de los grandes capos, con armas de juguete o replicas jugaban emulando a estos personajes de la vida real, a manera de admiración, a diferencia de hace algunos años atrás que los niños se disfrazaban de Batman, Superman, o el Hombre Araña, entre muchos otros personajes ídolos de la niñez y la juventud.
En cuanto a la televisión, antes se cuidaba el lenguaje, había censuraba y hasta se multaba a los conductores que dijeran palabras subidas de tono e inadecuadas para el espectador y horario, pues en los hogares principalmente diariamente se encuentran frente al televisor menores de edad, y algunos de los que conducen tal o cual programa utilizan un vocabulario inadecuado que llega al público de todas las edades, y esto se traduce en un mal ejemplo, principalmente con algunos programas de televisión de paga y los reality shows donde de 10 palabras 6 son groserías, algunas de ellas muy subidas de tono que hasta al mismo Popo Polo ruborizarían, y lo mayormente lamentable de esto es que se convierte en un status y moda para la juventud mexicana como lo podemos presenciar en la vida diaria y esto se refleja en el comportamiento juvenil que en muchas ocasiones en la actualidad ya les resulta de lo más normal y nice expresarse con groserías de todos los colores y sabores en cualquier lugar y ante quien sea sin el menor recato o respeto a los ahí presentes, por igual frente de mujeres, niños o de quien sea, es decir al parecer se ha convertido en una mala moda.
Para erradicar estas insanas costumbres es cuestión de conjuntar esfuerzos desde el núcleo familiar, el sector educativo escolar y de las autoridades que deberían regular los contenidos que se transmiten por radio y televisión como lo marca la Ley Federal de Radio y Televisión. Y que por igual los concesionarios lleven a la práctica una auto regulación de contenidos.
En otro orden de ideas, cabe recordar que a casi a19 años del lamentable acontecimiento del 11 de septiembre en las Torres Gemelas en la Ciudad de Nueva York, en su momento el gobierno estadounidense propuso controlar el contenido de las producciones cinematográficas de acción, pues algunas de ellas podían servir de mal ejemplo o simplemente aportar ideas para delinquir, esto por la ingeniosa creatividad de los escritores que con la sana intención de crear una espectacular y atractiva historia, ésta a su vez pudiera servir de inspiración para quienes buscan delinquir a la alta escuela.
Otro mal ejemplo son los juegos virtuales los cuales mientras contengan un mayor grado de violencia y agresión generalizada, son los más cotizados y predilectos por niños y jóvenes, que, según diagnósticos emitidos por expertos en el tópico, definitivamente sí repercuten de manera negativa en el comportamiento y actitud de quienes los utilizan por espacios prolongados, por igual creando adicción a los mismos.
Muchos de ellos su realismo es impresionante, su nivel de violencia y destrucción llegan a ser insospechados.
Mucho se habla con respecto a que los niños y jóvenes son el futuro de México, aunque la realidad es que son el presente y el futuro, es por ello que se deben ir formando con bases sólidas y bien cimentadas con una buena educación, formación educativa con valores y buenos principios, pues aunque cada quien de manera independiente y personal va forjando su propio destino, es un factor muy importante todo lo que se recopiló durante nuestro recorrido, desde nuestro nacimiento hasta la formación profesional de cada individuo. Con ello no pretendo decir que esto sea un síntoma generalizado, pues ciertamente por igual hay niños y jóvenes que cuentan con una impecable educación y excelentes valores dentro del núcleo familiar, son ejemplares en todos los aspectos con una buena educación para forjarse como ciudadanos y profesionistas de primer nivel, que es lo que nuestro país anhela y requiere por siempre.
Es así que, para conseguir un panorama prometedor para las actuales y nuevas generaciones, es actitud y responsabilidad de todos, cambiemos todos, cambiemos México.
Un Frase Para Fin de Semanas
¿Alguien ha logrado saber por qué el presidente dijo “la pandemia cayó como anillo al dedo”, cuando hoy por hoy los decesos suman ya más de doscientas mil víctimas?
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